La inflación en marzo fue del 11%, lo que representa una desaceleración respecto a meses anteriores. Además, en los últimos 12 meses, los precios han aumentado en un alarmante 287,9%. Esta situación ha llevado a un acumulado del 51,6% en el primer trimestre del año. Es importante destacar que la inflación núcleo, que excluye factores estacionales y regulados, se situó en un 9,4%.

El gobierno, a través del ministro de Economía Luis Caputo, había anticipado una cifra cercana al 10% para marzo, lo cual se cumplió. Se espera que la inflación continúe disminuyendo en los próximos meses y que a partir de mayo se empiece a observar un índice de un solo dígito mensual.

Sin embargo, uno de los desafíos en el horizonte es el aumento en los precios de los servicios públicos, como la energía eléctrica y el gas, que impactarán en las próximas mediciones de inflación. Esto podría añadir presión adicional sobre los precios en los meses venideros.

En cuanto a las expectativas para el año 2024, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central señala un ajuste claro, pasando de una proyección de inflación del 203,8% a cerca del 190%. Este ajuste refleja un intento de contener la escalada de los precios, aunque sigue siendo un desafío considerable en un contexto de recesión y caída del poder adquisitivo.