El rechazo del Senado al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que implementó reformas económicas significativas reavivó la confrontación entre Javier Milei y la oposición, además de condicionar el Pacto de Mayo, una iniciativa para establecer acuerdos fundamentales sobre políticas estatales. A pesar de esta derrota política para los libertarios, el DNU sigue en vigor, pendiente de la decisión de la Cámara de Diputados.

Milei dirigió críticas hacia la dirigencia opositora y detuvo la embestida contra Victoria Villarruel, la vicepresidenta, quien había habilitado la discusión del decreto. La reacción del presidente, combinada con la declaración formal de la Oficina del Presidente, señaló un intento de socavar el Pacto de Mayo y el cambio propuesto por el gobierno.

La votación en el Senado, que constituyó un rechazo sin precedentes a un DNU, reafirmó la confrontación política y reveló la falta de apoyo de la oposición al cambio propuesto por el gobierno. A pesar de esto, el gobierno espera mantener el decreto en Diputados, argumentando que muchas de las reformas incluidas tienen un fuerte respaldo social.

La derrota en el Senado reavivó tensiones políticas y planteó interrogantes sobre el futuro del Pacto de Mayo y la relación con la oposición. La clave estará en lo que suceda en Diputados, donde el gobierno espera mantener el decreto vigente, aunque la señal enviada por el rechazo en el Senado no es favorable para su agenda política.