La suspensión de la construcción de dos represas en el sur argentino, financiadas por China, podría tener un impacto en el resto de los proyectos del gigante asiático en el país. El experto Marcelo Robba señaló que las cláusulas del acuerdo podrían afectar al swap chino y a la modernización de un ferrocarril, entre otros proyectos.

La construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, en el río Santa Cruz, ha sido uno de los proyectos más importantes en la relación entre Argentina y China desde 2017. Sin embargo, la situación económica actual de Argentina y las posturas del gobierno de Javier Milei sobre las obras públicas mantienen la construcción suspendida, con cerca de 1.800 trabajadores despedidos y la posibilidad de que se caigan otros acuerdos entre los dos países.

El experto en relaciones internacionales, Marcelo Robba, explicó que aunque no haya un incumplimiento contractual por parte de Argentina, las consecuencias podrían ser graves debido a las cláusulas de cross-default, que implican que si se suspende una obra, otras inversiones chinas también se detendrán. Esto afectaría al swap chino de 6.500 millones de dólares y a la modernización del Ferrocarril Belgrano Cargas Norte, entre otros proyectos.

Robba también señaló que la falta de las represas tendría un impacto negativo en la matriz energética argentina y en la inversión realizada en el proyecto. Además, la suspensión de la construcción deja a numerosos trabajadores sin empleo.

Según Robba, esta situación se produce en el contexto de un cambio geopolítico por parte de Argentina, que ha optado por frenar proyectos que no considera estratégicos. Esta postura, interpretada por China como un giro en su contra, podría llevar a represalias por parte del gigante asiático.

Comercial: comercial@diaria.com.ar