El director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, presentó su renuncia al cargo debido a presiones para llevar a cabo despidos masivos y para favorecer a un buque perteneciente a un empresario chino, acusado de pescar ilegalmente en el sur del país.

Suárez, quien se desempeñaba en esta función desde hace 15 años, había presentado su renuncia al inicio del gobierno de Javier Milei, pero se le pidió que continuara debido a su experiencia en el área. Sin embargo, recientemente recibió una llamada amenazante por parte de un Coordinador General de la Cancillería, Pablo Ferrara Raisberg, cuando intentaba abordar el tema del buque chino que pescaba ilegalmente merluza negra en el sur del país.

El escándalo desencadenado por esta situación llevó también a la renuncia de Ferrara Raisberg. Además, se informó que a Suárez se le exigió confeccionar una lista de 50 nombres para despidos y preparar una desregulación que eliminaría disposiciones establecidas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y la Subsecretaría de Pesca desde 2019 hasta 2023.

Tras su renuncia, Suárez denunció la difícil situación en la que quedaron sus compañeros y criticó las condiciones laborales precarias en las que se encontraban algunos trabajadores.

El desencadenante de la renuncia habría sido la presión recibida para favorecer al buque pesquero Tai An, propiedad de un empresario chino, que estaba pescando ilegalmente merluza negra en una zona prohibida del Mar Argentino. A pesar de las acciones de Suárez para ordenar el regreso del buque, recibió una llamada de la Cancillería ordenando que no se llevara a cabo dicha medida. Finalmente, el subsecretario de Pesca intervino en el caso, ordenando que el buque permaneciera fuera de la zona de veda de la merluza negra.

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