La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha anunciado la convocatoria a una Jornada Nacional de Lucha para el próximo 3 de abril, con paros y asambleas en diversas provincias del país. Esta medida de fuerza surge en respuesta a la preocupación por los despidos masivos que se están produciendo en distintos organismos públicos, con más de 10.000 empleados afectados según denuncia el sindicato.

En una carta dirigida a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ATE amenazó con tomar acciones más drásticas, como tomas e ingresos forzosos en los ministerios, como forma de protesta ante lo que consideran un gobierno “dañino y cruel”. El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, ha advertido sobre la responsabilidad del gobierno en cualquier hecho violento que pueda surgir durante las manifestaciones.

El sindicalista también expresó su preocupación por la posibilidad de que se repitan episodios pasados en los que la administración pública estuvo militarizada y se bloquearon los accesos a los ministerios. A su vez, rechazó cualquier intento de represión por parte del gobierno, afirmando que el gremio se defenderá con las “herramientas más efectivas” disponibles.

Esta medida de fuerza se produce en un contexto en el que el presidente Milei ha anunciado la baja de 70.000 contratos de empleados públicos que no serán renovados a partir del 31 de marzo. Aunque el gobierno sostiene que estas medidas son parte de un ajuste fiscal para lograr el déficit cero, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, ha denunciado que no hay criterios claros para los despidos y que se están afectando empleados con larga antigüedad, sin poder demostrar que se están eliminando puestos de trabajo innecesarios.

Catalano también ha rechazado la narrativa de que estos despidos estén dirigidos exclusivamente a trabajadores afines a ciertas ideologías políticas, destacando que en la práctica están siendo afectados empleados de diversas tendencias políticas. En este sentido, ha subrayado la necesidad de defender los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su afiliación política, y ha expresado su solidaridad con aquellos que están perdiendo sus empleos debido a estas medidas.