En la ciudad de Rosario, Argentina, se ha registrado un nuevo episodio de violencia con la aparición de una amenaza de muerte que menciona al gobernador Maximiliano Pullaro. El mensaje, hallado en la zona norte de la ciudad, advierte que no cesarán los actos violentos hasta que Pullaro detenga sus acciones. La nota, ilustrada con un símbolo que se interpreta como una referencia al trato que los hinchas de Newell’s dan a los de Rosario Central, ha aumentado la tensión en la ciudad, que ya vivió una semana con cuatro homicidios que mantuvieron en vilo a la población. El contenido de la amenaza sugiere una clara vinculación con la situación de seguridad en la región y la relación del gobernador con los detenidos narco de alto perfil en las cárceles provinciales, sometidos a estrictos controles. Este episodio se suma a la violencia generalizada que ha afectado a la ciudad y que ha llevado a la toma de medidas, como el cambio de recorrido de recolectores de residuos debido a amenazas por parte de individuos en moto. La situación se agrava aún más con la presencia de Gendarmería en Rosario, liderada por Patricia Bullrich, y en medio de la preocupación por la escalada de crímenes en la zona. La semana pasada, cuatro homicidios, incluidos los asesinatos del colectivero Marcos Caiola y del playero de una estación de servicio Bruno Bussanich, generaron alarma y movilizaron a las autoridades. El mensaje hallado ahora, que menciona las zonas norte, sur y oeste, plantea interrogantes sobre si es una señal de unidad entre actores narcos o un anuncio de futuros ataques en esas áreas. La PROCUNAR (Procuraduría de Narcocriminalidad), en colaboración con el Ministerio Público de la provincia de Santa Fe, está trabajando para determinar quién está detrás de la reciente ola de violencia y si hay órdenes provenientes de líderes del crimen organizado que se encuentran detenidos en el sistema penitenciario federal o provincial. Hasta el momento, no hay indicios claros que vinculen a un individuo específico con estos actos violentos. La situación sigue siendo delicada, y las autoridades están buscando estrategias para abordar la creciente inseguridad en la región.