La subida de precios de los medicamentos ha sido significativa en los últimos cuatro meses, superando la tasa de inflación y provocando una disminución en las ventas de fármacos, incluso aquellos destinados a tratamientos prolongados. Según el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar), esta situación ha llevado a que las personas dejen de adquirir medicamentos importantes para su salud, lo que afecta la adherencia a los tratamientos y puede tener consecuencias graves a largo plazo tanto para los individuos como para el sistema de salud en general.

Rubén Sajem, director de Ceprofar, destacó que los laboratorios farmacéuticos continúan aumentando los precios de los medicamentos sin regulación ni control. En los últimos cuatro meses, los medicamentos recetados más utilizados aumentaron sus precios en un 146%, mientras que la inflación en el mismo período fue del 93%. Esto representa un aumento acumulado del 53% por encima de la inflación.

Sajem comparó la situación en Argentina con la de otros países como Estados Unidos, Luxemburgo, Austria y el Reino Unido, donde existen regulaciones estrictas sobre los precios de los medicamentos. En esos países, los precios de los medicamentos están sujetos a diferentes tipos de regulaciones para garantizar su accesibilidad y evitar aumentos excesivos.

En Argentina, hasta octubre del año pasado, se mantenía una conversación entre el gobierno y los laboratorios para evitar aumentos desproporcionados, pero esta situación ha cambiado y los laboratorios están aplicando aumentos sin restricciones. Esto ha llevado a una disminución en las ventas de medicamentos, lo que podría tener graves consecuencias para la salud pública a largo plazo.

Sajem instó a implementar regulaciones similares a las de otros países para contener el aumento de precios y garantizar que las personas puedan acceder a los medicamentos que necesitan para sus tratamientos. Además, destacó la importancia de la prevención en el cuidado de la salud y advirtió que el aumento de precios de los medicamentos puede resultar en mayores dificultades de salud en el futuro, lo que a su vez generaría costos más elevados para el sistema de salud.